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LA RENGA
hizo vibrar a un colmado Estadio Unico


Una verdadera fiesta se vivió anoche en el Estadio Ciudad de La Plata, donde más de 45.000 personas se concentraron para ver a la banda liderada por Chizzo, Teté y Tanque, a quienes veneraron con cánticos durante toda la velada. La Renga, una de las bandas más convocantes del rock nacional, hizo su paso por nuestra ciudad dejando las mejores impresiones de un furioso recital de rock and roll que nadie, seguramente, olvidará.

A las 22.10 se apagaron las luces y tras una hora de retraso y masiva peregrinación, rugió la bestia en medio de la avenida. El Panic show desata la euforia pero el Truenotierra que cae sobre La Plata destierra el pánico creado en los días previos por el cual se montó un operativo de seguridad con 400 efectivos de caballería, infantería y 20 móviles de diferentes comisarías en la zona. La Renga tuvo su propio ritual, esa ceremonia que parece seguir los mismos parámetros que instauraron Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, basados en la autogestión y cierta intransigencia artística.

"Almohadas de tierra" fue la canción elegida para que el delirio místico de los rengueros se encendiera y no acabara durante toda la noche. Y a pesar de que los de Mataderos vinieron a presentar "Truenotierra", sus temas más emblemáticos, como "El Rebelde" o "En el baldío", tampoco faltaron a la cita, para cerrar la noche con "Hablando de la Libertad".

Trapos, cánticos y mucho pogo fueron los condimentos de este recital en el que representantes de Neuquén, Mendoza, Río Negro, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Buenos Aires y Capital comulgaron en la intemperie del vibrante Estadio Unico.

La fuerza de la batería de Tanque y la sutileza del bajo de Teté se complementaron a la perfección con la voz y la guitarra de Chizzo. El resultado: un furioso recital en el que la única vedette fue la música.

Atrás quedó entonces el miedo de un barrio que, por precaución, se mantuvo en alerta durante toda la semana por posibles incidentes y por lo que se desarrolló un importante operativo de seguridad. De todos modos, todo quedó en eso, más allá de algunos desbordes denunciados por los vecinos.

RECORDAR AQUELLA NOCHE

Muchos fueron los que rememoraron aquella primera presentación de "Truenotierra" en el Estadio Mundialista de Mar del Plata en el 2006. "La naturaleza se acopló con su furia de tormenta eléctrica para coronar una verdadera conexión con el contenido lírico y musical de este último trabajo", manifestaron en ese entonces los músicos. Así, los 40 mil seguidores no se dejaron avasallar por el frío y la lluvia y vivieron una verdadera fiesta.

Como aquella noche, algo similar ocurrió ayer, y era imposible que La Renga suspendiera por lluvia un legendario encuentro musical.

Este show se vivió como una "oportunidad única" para ver a un grupo que últimamente toca casi solamente en el interior del país. Tras los sucesos de República Cromañón, muchas son las bandas de rock que evitan tocar en el ámbito porteño, y La Renga es una de ellas.

Así, en los últimos tiempos, el grupo integrado por Chizzo, Teté y Tanque giró en forma intensa por el interior argentino y también llevó su música al exterior, pero no pisó el circuito porteño.

Lo cierto es que anoche, durante casi tres horas, La Renga hizo delirar a una legión de fanáticos que, desde su creación allá por el 83, nunca los ha abandonado y que, tal cual el cántico, "la siguen a donde vaya".

fuente: eldia.com.ar


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La Renga: "No hay que perder la felicidad"


Si a las revistas de chimentos les interesara La Renga, se morirían de hambre. O tendría novedades de tanto en tanto, y de dudoso interés general: Tanque llevando a su hijo Gael a ver el Huracán de Angel Cappa, Chizzo yendo a comprar carne a un mercadito. Y es que a los muchachos nunca les interesó cambiar de vida, aún cuando ellos estén tan instalados en la vida de decenas de miles.

Tan poco les interesa salir que hasta filman los videos (miren si no el de Almohada de piedra) en su quinta-sala de ensayo de Ezeiza, tan cerca del aeropuerto como lejos están ellos de cualquier avión que los saque de sus raíces y costumbres.

Sin más publicidad que un anuncio en su página web, ahora preparan un show en el Estadio Unico de La Plata. Su último show en Capital fue, justamente, en sus límites: diciembre de 2007 en el Autódromo, bordeando la General Paz y generando un récord de convocatoria con entrada paga. "Se extraña tocar en Capital, pero también es un comedero de cabeza armar algo. Después de Cromañón las cosas cambiaron mucho. En el interior, en cambio, es distinto, no hay tantas trabas burocráticas", explica Gaby, manager y amigo, no necesariamente en ese orden. "Entiendo que hasta que no tengamos disco nuevo no vamos a volver", se extiende. "Después de lo de la Plata, el disco es la prioridad. Recién empezamos, estamos con las maquetas, todavía, el Chizzo ya los trae estructurados, medio armaditos. Los estamos puliendo y buscándole los colores. Después del show vamos a parar la pelota y empezar a ponernos plazos de grabación: cómo y cuándo hacerlo. Pero sin presionarnos, tranquilos, relajados".

-¿Cómo tomaron la decisión de Los Piojos?
-Es una transición. Ojalá puedan recargar las pilas. Lo que una banda no puede perder nunca es la felicidad porque es lo que, por lo menos a nosotros, nos llevó a estar donde estamos y luchar por lo que queremos. Esa alegría que sentimos al encontrarnos con la gente. Ojalá que Los Piojos la puedan recuperar. Son buenos pibes, les deseo lo mejor.

-¿La Renga es feliz?
-Sí, si no no seguiríamos tocando. Este fue nuestro escape, toda la vida. Nos juntábamos desde siempre a escaparnos de la sociedad, de lo que pasaba, lo que nos tiraba para abajo. Eso fue lo que nos llevó para arriba.









 
   
 
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