HISTORIA
 
historia del rock argentino
HISTORIA DEL ROCK NACIONAL



El rock argentino es un género musical muy amplio aplicado a cualquier variedad de rock, punk y heavy metal argentino. El rock en Argentina comenzó a interpretarse en la segunda mitad de los años 50. En la segunda mitad de los años 60 comenzó a formarse un género musical que fue denominado "rock nacional" cuando varios grupos underground empezaron a componer canciones en español sobre los temas que preocupaban a los jóvenes de ese momento, impulsados por la llamada “invasión británica”, en 1964-1965. Se trataba de una época en la que los militares bloqueaban sistemáticamente cualquier intento democrático y el solo hecho de ser joven resultaba sospechoso y preocupante. Durante la primera decádas los grupos locales se dedicaban a cantar en español y en inglés canciones de rock and roll, propias o covers de éxitos internacionales, pero sin adquirir una identidad musical propia. Desde mediados de los 60 el rock argentino tuvo una evolución constante a través de los años 70 y los años 80, cuando se transformó en un género internacional. El rock nacional en Argentina es cantado habitualmente en castellano y fue uno de los primeros en ser cantado masivamente en idioma no anglosajón y en alcanzar una extendida popularidad interna y luego internacional.

SERU GIRAN


Los Beatniks 1966 primer simple del Rock Argentino



Los gatos 1967 La balsa

La influencia de Elvis Presley, Bill Halley & The Comets y otros despertó en los artistas argentinos las ganas de rockear. Ya en los '60 y con la incorporación del twist de la mano de Chubby Checker, el género ganó más adeptos entre cantantes y músicos locales. Con Los Beatles a la cabeza las escalas comenzaron a alterarse. En la Argentina, programas televisivos como "Ritmo y Juventud" y "El Club Del Clan" proclamaba la llegada de la nueva ola musical. Palito Ortega, Johny Tedesco, Jolly Land, Violeta Rivas, Nicky Jones, Chico Novarro, Lalo Fransen y varios más asumieron la vanguardia juvenil del momento, pero el cambio no pasaría por ellos. Un grupo no numeroso de jóvenes rebeldes e inquietos asumió una nueva filosofía de vida que a partir del rock se extendería por el mundo.
Primera Década (1967-1977). En 1965 llegaron a Buenos Aires Los Gatos Salvajes, un grupo rosarino que si bien ingresó en un circuito menos bohemio y más comercial, se sumó a la consigna casi utópica de cantar rock en castellano. Desde Uruguay llegaron Los Shakers, de los hermanos Fattorusso, excelentes músicos que cantaban en inglés, y poco a poco todos comenzaron a converger en Pasarotus, un boliche de jazz en Pueyrredón al 1700 que cambió su denominación por La Cueva, un lugar que, junto a La Perla de Once, Plaza Francia, el Instituto Di Tella y algunos otros pocos sitios marginales o casi desconocidos, fueron centros de reunión del incipiente movimiento. Los primeros en grabar fueron Los Beatniks, quienes en junio de 1966 lanzaron a la calle su primer simple "Rebelde". Vendieron solo 200 copias.
En 1967 Litto Nebbia y Los Gatos dieron la primer estocada: su disco simple debut, La Balsa-Ayer nomás, vendió nada menos que 200.000 copias. El rock argentino tenía su primer éxito masivo y el movimiento cobraba fuerza. Comenzaron los festivales, los productores prestaron mayor atención al fenómeno, apareció la revista "Pinap", la legión de jóvenes se engrosó considerablemente y nuevos músicos se atrevieron a mostrar lo suyo.
Con la aparición de Manal y Almendra, junto con Los Gatos, el rock tenía su trilogía esencial, y aquellos tibios intentos de Los Beatniks, Los Abuelos de la Nada y otros comenzaban a dar sus frutos. La década del '70 recibió al rock como movimiento en pleno desarrollo. Ya no sólo estaba Almendra, Manal y Los Gatos. Nuevas bandas y solistas se sumaban al género, cada uno con sus propias ideas, sueños y convicciones: Vox Dei, Arco Iris, Pedro y Pablo, La Barra de Chocolate, Pappo’s Blues, La Pesada del Rock and Roll y muchos otros. Por entonces, el incipiente rock argentino era denominado "Música Beat".
Pero el rock iba más allá del éxito momentáneo con estribillos pegadizos. En Belgrano surgió Almendra, con Spinetta a la cabeza. En Caballito, de la unión de Charly García y Nito Mestre se forma Sui Generis. Miguel Peralta, cantante folklórico, se asomó un día por La Cueva y aceptó como desafío y a modo de repudio cantar Vidala del angelito. Lo aplaudieron a rabiar. Muy pronto se haría llamar Miguel Abuelo. El grupo conformado por Gabis, Martinez y Medina tocaba Blues y se llamaba Manal. Miguel Abuelo junto con Los Abuelos de la Nada, logró un contrató con la CBS.
Almendra tuvo mejor suerte y su tercer simple se convirtió en un éxito: Tema de Pototo. Luego Muchacha ojos de papel se convertiría en otro gran clásico del rock nacional. Un grupo de Quilmes llamado Vox Dei venía pisando fuerte. Su primer simple, Azúcar amarga, dejó claro su enorme potencial. Los festivales comienzaron a ponerse de moda. El primer concierto masivo fue el Festival Pinap, organizado por la revista del mismo nombre. 12.000 personas llegaron al lugar para ver los shows de Almendra, Manal y otros grupos de barrio. En 1969, se separan Los Gatos momentáneamente y volvieron a reunirse con Pappo reemplazando a Galiffi. Se volcaron a un estilo más rockero hasta que se disolvieron definitivamente a fin de año. Pappo forma Pappo’s Blues, hoy una leyenda. La relación de los de Almendra se desgastó y terminaron separándose. Manal grabó un disco brillante, pero el sello comenzó a zozobrar financieramente y Manal se separó.
En 1982 dos hechos marcaban la historia del rock en Argentina. Por un lado, la guerra de Malvinas, que provocó la inmediata censura de la música en inglés, logrando que el rock argentino consiguiera el espacio que reclamaba y merecía desde hacía mucho tiempo. Juan Carlos Baglietto fue la sorpresa de 1982, abriéndoles las puertas a músicos del interior postergados hasta el momento por el pulpo porteño.
La apertura política decretada por el Proceso significó el momento de auge de la canción contestataria. Y era lógico. El gobierno de facto había silenciado muchos sentimientos y la gente estaba ávida de escuchar, y los músicos ávidos por decir. Pero los músicos de rock -perseguidos, censurados, reprimidos, golpeados y temidos por la dictadura militar- comenzaban a apuntar sus artillerías hacia nuevos horizontes musicales.
En 1983 resurgió el rock duro. De la mano del viejo líder del estilo, Pappo, con su grupo Riff, el rock pesado se implantó como un metálico movimiento de resistencia al avance del pop. Pero el furor no duró mucho, y para el '84 el heavy metal comenzaba a mostrar sus primeros signos de eclipsamiento. Sin embargo grupos como La Torre y Púrpura mantuvieron viva la llama del rock and roll. Los Twist, Virus, Los Abuelos, conformaron la punta del iceberg del rock "moderno".
Si bien no estaba Serú Giran para liderar el panorama, la carrera solista de Charly García sirvió de parámetro para medir las nuevas tendencias. Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota hicieron brillantes recitales a partir del repertorio de su primer disco, Gulp!. Miguel Mateos y Zas pudieron diferenciarse del resto con su segundo disco Huevos, y el tercero, Tengo que parar. Cuatro muchachas (Díaz, Epumer, Sinessi y Ruffianatti) conformaban Viudas e Hijas de Roque Enroll, una idea comercial que funcionó mejor de lo que se esperaba.
Los años '90 fueron cambiantes para la escena del Rock nacional. Los grandes como Charly García, Spinetta, Fito Páez y Soda Stereo, mantuvieron intactos sus laureles. Fito Páez tuvo éxito masivo con las ventas de El amor después del amor, Circo Beat y Euforia. Spinetta fue diametralmente opuesto con la aparición de Fuego Gris. En 1995 volvió con Los Socios del Desierto y un repertorio renovado.
Charly García tuvo una década compleja. Atravesó dos internaciones tras un par de colapsos nerviosos. Pero nada pudo pararlo: en 1992 se reunió con Serú Giran -llenando dos River-, y dejó el álbum doble grabado en directo: Serú '92. Editó La hija de la lágrima, Estabas en llamas cuando me acosté e hizo un Unplugged para la cadena MTV. En 1996 se preparó para sacar Say no more.
Patricio Rey y los Redonditos siguen con su estilo underground vendiendo y convocando mucho público con su último disco Luzbelito. Illya Kuriaki & The Valderramas pasó de ser el grupo de "el hijo de Spinetta" a tener peso por derecho propio con Chaco, su tercer disco, el que rindió cuentas de un crecimiento. Rata Blanca y Attaque 77 disfrutaron de un éxitocircunstancial con Mujer Amante y Hacelo por mi, respectivamente.
Las Pelotas se autoabastecieron sin necesidad de contar con una burocracia multinacional a la que abominaban. Los Divididos alcanzaron con su tercer disco, La Era de la Boludez, la masividad, una radiografía de la mentalidad argentina de los '90.
Los '90 fueron los años en los que el punk y el heavy metal trascendieron hacia la masividad, como lo hicieron Dos Minutos y Todos Tus Muertos. De la mano de Hermética el heavy metal volvió a reinar. Problemas internos hicieron que se dividan el Malón y Almafuerte. Ahora el centro metálico estaría en A.N.I.M.A.L., un trío muy potente. El grupo Los Visitantes se hizo de la nada, su mezcla de rock y tango devolvió al rock urbano su mística porteña.
En esa veta figuran Los Piojos, quienes vieron subir sus acciones en 1996, y Los Caballeros de la Quema. Por el lado de la cultura Stone, La Renga pisó fuerte con el álbum "Desnudo para siempre o despedazado por mil partes" y luego se fue asentando con otros de menor éxito. Viejas Locas se consolidó con "Me Gustas Mucho", hit durante 1999.
El rock alternativo no pudo establecerse, salvo los Babasónicos que fueron los únicos en llegar a Obras. Los Brujos han sido los más constantes pero todavía no vieron fortuna. Juana la Loca es otro que viene asomando. Ellos y los demás seguirán intentándolo. De eso se trata todo.


 
   
 
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